Dejo de escribir porque las palabras faltaron con aviso; porque todo aquello que duele o despierta mi bronca sigue intacto. Acepto la derrota para volver a comenzar lejos. A veces no necesito viajar para encontrarme en una puesta de sol con los que fuimos, los que regresan, los verdaderos. Sin embargo, la decepción está tan cerca de mis manos, tan atenta al mínimo gesto equivocado, tan solidaria con este cansancio que no se cansa de patear excusas y esquivar el llanto ante tanto pido gancho.
Dejo de escribir porque me aburren los bostezos en el margen y la espera desespera confianzas vestidas de alegría pero reveladas en estallidos de franqueza no siempre bienvenidos.
Tengo tanta impaciencia abandonada que reclama su lugar en mi destino, tanto silencio atrincherado en voces que parecen gritos y gritos que mudan en caricias mientras dejo de escribir y enredo en mis letras tu mirada.
SFW
.