viernes, 26 de diciembre de 2008

2009

Ya viene el 2009, y no se crean que la cosa va a venir fácil. No es pedir y salir a buscar ramitas para el asado, ni esquineros abandonados en la puerta de vaya uno a saber quien. No. Los fuegos que debemos preparar tendrán la chispa en nuestro interior y, si andamos con las chispas apapuchadas, y bueno, habrá que ponerlas al sol para que se sequen y prendan con una fuerza que reíte de Chamizo.

Algunos amenazan con un año que no será de los mejores. Que la crisis mundial, que la caída, que la recesión, que los afanos y los afanes. Que sí pero que no. Que vamos pero volvemos. Que hay que dar un paso delante pero nos empujan al precipicio. Que podemos volar si lo deseamos, que nos vamos a estrellar pero sin fracturarnos ni el peroné.

Ya tengo la nueva agenda con sus días ordenados, con algunas fechas resaltadas porque quiero resaltar a los que quiero cuando ellos decidieron nacer, algunas muertes también las resalto porque se fueron pero están conmigo y, aunque no tenga sus voces todavía me acompañan sus miradas. Porque cuatro ojos ven más que dos, y ocho ven más allá cuando ando por acá.

Y nada más. A vivir, a salir a ganarnos el mango. A no joder a nadie ni permitir que nos jodan a nosotros. A despedir lo que se va dándole la bienvenida a lo que viene. A reírnos con amigos, al abrazo sincero, a olvidar ofensas y a no poner la otra mejilla.

2009, allá vamos. Cuidado con nosotros, sabemos lo que queremos y, lo que no queremos, también.

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lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad

Llegó. Por más que mire para otro lado y me haga la desentendida, ella llega siempre o le hacen llegar, que no es lo mismo pero es igual.

Llegó. Me sumo a los abrazos y buenos deseos.

Llegó la Navidad y esta vuelta les regalo una frase que me regalaron hace tiempo:


“Recuerda que todo el mundo desea tu bien...
no dejes que te lo quiten”


Gracias por estar. Los quiero, cuidennnsennn!!!

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jueves, 18 de diciembre de 2008

Una certeza en el 2008

Una de mis certezas es afirmar que el tango nos espera. Allá por 1945 Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores se juntaron para que naciera “Sin palabras” que me encontró en el 2008. Seguro que lo escuché muchas veces antes, pero fue en este año que lo sentí mío. Por eso, antes que cambie el número en el almanaque lo quiero dejar en mi blog. Además aprovecho para presentarles a Inés Cuello.


Nació de ti...
buscando una canción que nos uniera,
y hoy sé que es cruel brutal -quizá-
el castigo que te doy.
Sin palabras
esta música va a herirte,
dondequiera que la escuche tu traición...
La noche más absurda, el día más triste.
Cuando estés riendo, o cuando llore tu ilusión.

Perdóname si es Dios,
quien quiso castigarte al fin...
Si hay llantos que pueden perseguir así,
si estas notas que nacieron por tu amor,
al final son un cilicio que abre heridas de una historia...
¡Son suplicios, son memorias...
fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez,
que oigas esta canción!...

Nació de ti...
mintiendo entre esperanzas un destino,
y hoy sé que es cruel, brutal -quizá-
el castigo que te doy...
Sin decirlo esta canción dirá tu nombre,
sin decirlo con tu nombre estaré yo.
Los ojos casi ciegos de mi asombro,
junto al asombro de perderte y no morir.




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viernes, 12 de diciembre de 2008

¿Voy mejorando???

Ahora que las espero, no vienen. Ayer me invadieron y no pude escribirlas. Me siento, miro la pantalla con la infeliz ilusión de verlas regresar. No vienen. Mis palabras tienen eso: no respetan horarios, no es extraño que no sean puntuales, que me dejen plantada. Claro que tampoco respetan mis deseos: cuando una parte de mí acepta y casi perdona errores y metidas de pata del pasado, la otra insiste en sacar la cascarita de las heridas y volver a enojarse enfurecida por el dolor que ella misma se provoca. Es fácil tirar la culpa a las hormonas y, como es fácil, lo hago. Pero reconozco que voy mejorando, antes las culpas siempre caían fuera. Supe afirmar (sin que se mueva un músculo en mi cara) estar justamente indignada mientras los otros se enojaban o hacían una montaña de un grano de arena. Si me equivocaba (raro en mí) era de buena fe mientras que los otros tergiversaban los hechos porque eran unos malditos mentirosos. Mientras yo sostenía ser firme, los otros eran una manga de obstinados cabezas duras.
Ahora las culpables son las hormonas, las mías, aclaro.
La de cosas que una puede escribir esperando que se hagan presentes mis palabras atorrantas que deben estar en alguna milonga o importunando a otra mientras no puede escribir lo que le dictan. Visto y considerando que no aparecen me voy a dar una vuelta por el barrio, quizá las encuentre en el viejo patio, tomando mate bajo la parra de mi niñez.

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viernes, 5 de diciembre de 2008

Hacés bien...

Ando con ganas de inventarte de nuevo; van para dos años que te tengo arrumbado en un rincón. No necesité mandarte a la mierda, te guardaste vos solito.
Hacés bien en asomarte ahora que subo la persiana; ando con ganas de una charla piola, sostener una mirada, escuchar algún secreto, confiar como sabemos. Volver a sorprender a los relojes; descubrir otras esquinas. Compartir la luna en mi ventana. Tirar los miedos a la basura y escucharte sin censuras.
Ando con ganas de tener ganas. Hacés bien en aparecer, andaba necesitando algo de vos. Mirame mirarte mientras guardo tu asombro en mis palabras y juego con el nombre que me nombra desde el mar.


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jueves, 27 de noviembre de 2008

Escuchar y aceptar

Escuchar el silencio para oirlo todo. Escuchar las voces que llevamos dentro, que no dan vueltas para ser.

Aceptar el paso del tiempo, el vaivén de los sentimientos, el derrumbe del mañana acariciado.

Escuchar y aceptar.

Antes de nosotros vibraban melodías; después de nosotros persistirán las razones.

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miércoles, 19 de noviembre de 2008

LAURA CANOURA en Buenos Aires

Ya les hablé de ella. La escucharon en este lugar cantando “Una marca en la culata de mi rifle” y, si no lo escucharon pueden pasar por el Blog de Ginger http://www.noserefeliz.blogspot.com/ y escucharla ahora mismo.

Ya les hablé de ella y vuelvo a hacerlo porque, otra vez, Laura canta en Buenos Aires y ojalá pueda ver a muchos de ustedes en el Teatro IFT el 28 de noviembre a las diez de la noche. Y, no. No es una cita. Es una orden (desde el amor, como siempre, desde el amor).

Ya les hablé de ella pero mejor la escuchan y se enteran porque me enorgullece ser su amiga.









Las entradas están en venta en el Teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549, Capital Federal, tel.: 4966-0173) a las cuatro de la tarde abren la boletería. Los que son vagos como yo, pueden llamar a Platea Net y con tarjeta de crédito en mano, hacen las reservas en el número 5236-3000. Después no digan que no les avisé. ¿Nos vemos el 28???

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lunes, 17 de noviembre de 2008

Mentiras protectoras

Si pudiera decir lo que siente, tampoco lo diría. Aprendió a dejar de sentir. No es que no le duelan determinadas situaciones, simplemente dejó de registrarlas. Dejó de preocuparse por aquello que no puede solucionar. ¿Si está mejor? No, claro que no; pero dejar de afligirse por lo que no puede resolver lo enfoca más en su realidad. Después de todo es lo único que tiene. Aprendió, también, que dar sin esperar nada a cambio es una de las mentiras más grandes en las que creyó. Ya no cree, claro. Que crean todos los hombres y mujeres de buena voluntad. El pasa. Como pasaron sus utopías, sus marchas y recontramarchas. Sus discusiones en defensa de ideales que no le sirvieron de nada. Servir. En eso se resume todo. ¿Le sirve? Sirve. ¿No le sirve? Fuera. ¿Importa que el amor quede fuera? No. Ya no importa. Será uno más de los millones que andan por la vida en solitario. ¿Alguna vez estuvo acompañado, acaso? Una o dos veces, no más. Pero lo asfixiaba esa compañía. Tuvo que pedir gancho y salió a caminar para no volver. No regresó porque no había donde regresar. La soledad le sienta bien. No decir lo que siente, mejor. No sentir lo libera. Caminar por la orilla del mar limpia lo vivido. Lo vivido lo dejó vacío. Así, vacío pero lleno de gracias arranca sus mañanas. Gracias a todos aquellos que lo convirtieron en el que ahora es. De lejos parece el mismo y no existe posibilidad de acercarse para notar el cambio. Nos despedimos en el aeropuerto. Dijo que me quería. También te quiero, respondí. Mentimos los dos. Si pudiera decir lo que siento, tampoco lo diría.
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miércoles, 12 de noviembre de 2008

Condena

Alguien observa pero no es suya la mirada. Intenta comprender el lenguaje hermético que en los jugadores permanece. Signos bifurcados. Fácil confundir ritmo con desorden, sencillo engañar. No ha nacido para lo complejo. Imagino el bostezo después de tantos espirales vacíos. La desesperada necesidad de llegar. La obsecuente sumisión a las sombras que invaden su propia sombra huérfana.
Alguien juzga sin reconocer su condena.


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jueves, 6 de noviembre de 2008

Lágrima y rimmel

Una lágrima no quiso rodar. Se quedó enredada en mis pestañas. Tuve que cerrar los ojos para que no ardiera. Tuve que arrancarla con el pañuelo, fingir otro desconsuelo.

Lágrima que nace al escuchar una canción donde no debemos; lágrima temerosa de nosotros mismos que decide no morir en nuestra boca y logra que me nazcan unas ganas irrefrenables que hacerle juicio a “Clinique” por el rimmel que me vendieron. ¿Desde cuándo a prueba de agua no es a prueba de lágrimas???

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martes, 4 de noviembre de 2008

Viejos documentos

Buscando otros documentos, aparecen algunos que escribí hace años y andan perdidos dentro de mi computadora. Les dejo esta parte de mi pasado. Ojalá alguno pueda sentirse como me sentí la vez que escribí estas palabras, hoy tan lejanas…


Si volviera a nacer volvería a preguntarme qué haría si volviese a nacer. Tengo una única certeza, volvería a buscarte. Trataría de encontrarte sin el vicio de fumar; intentaría enamorarme sin el miedo de perdernos en cada paso; tal vez quererte resultara una suma de aciertos para recordar con nuestros hijos. A veces sospecho que te amo desde antes, que te busqué desde siempre. Si volviese a nacer dejaría que me encuentres en la arena, siguiendo mis huellas, mirando el mar. Andás necesitando algo más pero no vale pensarlo. No está bien que no pueda pensarlo pero no está mal que lo pueda escribir en papeles que, tal vez, no leas nunca pero sirven para sentirte cerca. No está mal esta necesidad de tenerte, de sentir que aunque no quieras volver, te vuelvo. Si volviera a nacer volvería para encontrarte.


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jueves, 30 de octubre de 2008

Dafne

¿Te diste cuenta que si decimos ayer, para nosotras “ayer” es hace siete años?

Y nos quedamos un rato en silencio. Brindamos por el encuentro. Esos siete años pasaron y nos encontró la madrugada contándonos como nos trató el tiempo que estuvimos alejadas.
Alcanzó una noche para resumir siete años. Para seguir siendo amigas tenemos toda la vida.


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lunes, 27 de octubre de 2008

Archivo

Abre los ojos. Salta de la cama al baño, del baño a la cocina, de la cocina al ascensor, del ascensor a la calle, de la calle al trabajo, del trabajo a su casa los cinco días en la semana; los dos restantes salta de la cama al baño, del baño a la cocina, de la cocina al living, del living al televisor, del televisor a su cama para abrir los ojos y saltar otra vez. Hasta que una noche archivó tanta costumbre: saltó de la cama a la calle y reventó en mil pedazos.

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viernes, 17 de octubre de 2008

Creo

"Primero hay que saber sufrir, / después amar, después partir / y al fin andar sin pensamientos"



Algo neutraliza ilusiones, algo sin forma, sin nombre. Turbio. Un dolor clavado en alguna de mis almas ahoga colores en un azul profundo, cada vez más negro cerrado. Me falta luz, gasto palabras, las aplasto contra adoquines traidores que no necesitaron mis pasos y siguen siendo camino tan absurdo y ajeno. Tan lejos la risa, tan cerca la carcajada.
Algo niega imposibles, algo que presiento y no quiero pero quise y por haberlo querido duele y no vale el quemeimporta quemeimporta. Si alguna vez importó caduca el antídoto, el tiempo, el olvido porque solo olvidamos aquello que nunca fue nuestro.
Entonces, llevo conmigo algo que neutraliza ilusiones y niega imposibles, creo que estoy lista para andar sin pensamientos.

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sábado, 11 de octubre de 2008

Noche



Noche. Soy noche. Me alisa los ovarios la rima con coche. Soy noche cuando escribo. Noche cuando invento. Noche en tu noche. Oscuridad sin b y, claro, sin hache. Noche sin poesía pero sedienta de poemas. Noche con luna y sin ella. Noche nublada. Ni en pedo sospechen escriba “estrellada”.

Noche. Soy noche, (me sigue rompiendo la rima), tu noche, ésta noche que dibujo y destrozo el papel con tu cara. Noche sin puchos, noche sin ganas.

Noche. Tan noche y absurda. Tan sola y madrugada. Tan luz, tan repetida y, sí, (otra vez) otro día.


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viernes, 3 de octubre de 2008

Blazica, para vos...

Si tengo que contarte como estoy, puedo decir que la tristeza sigue gobernándome. Que descubrir que ya nunca (y con vos la palabra nunca tomó un sentido demoledor) nos volveremos a ver, la aumentó.

Si tengo que imaginarnos, no puedo. Fuiste tan distinto afuera. Me llegaron cosas tan diferentes de vos, que no sé si conmigo fuiste el verdadero o tu verdad la reinventaste lejos.

Si tengo que pedirte perdón, lo hice. Tu nombre se lo llevó el mar junto con mis disculpas por no amarte. Ya sé que no sirve pero también sé que lo sabías.

Si tengo que llorarte, lo intento. Pero fuiste tan cuidadoso que solo puedo recordarte con una sonrisa. Jamás me hiciste llorar. Hasta ese detalle me dejaste.

Si tengo que decir tenías razón, lo digo. Busqué empecinadamente lo que no existe y que a tu lado era posible. Nadie me quiso como vos. Nadie me miró con tu mirada. Nadie me protegió como vos.

Si tengo que extrañarte, lo hago. Es inútil, ya lo sé. Sigo con mi vocación por los sentimientos inútiles. Hay estados del alma que ni tu muerte pudieron modificar.


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lunes, 29 de septiembre de 2008

Pude

Pude decir “te necesito” pero las palabras sabían a usadas.
Regreso desde mi trinchera a retirar la mirada que viaja de lejos hasta el beso que ni daré ni me darán.
Puedo mentir un futuro pero me detiene la verdad, ni siquiera te imagino solo para siempre.



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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Buscando mi persona(je).

No querés aparecer porque vamos (voy) a matarte. Somos más que cuatro y vos solamente una. El doctorado acá no cuenta. Vamos (voy) a borrarte y, claro, no querés. En el fondo te entiendo, si estuviera en tu lugar también me negaría pero no podés hacerme esto. Ya sos grande para andar jugando a las escondidas y algo tengo que llevar. Si no te encuentro, si te seguís negando lo mandan Peralta y ahí sí te quiero ver. Seguí, seguí escuchando “Todo a pulmón” que no lograrás conmoverme y por más interrupciones que nos mandes cuando nos juntamos tu final está escrito… bueno, casi escrito. Sabés que a mí no me podés amenazar porque sé muy bien que es tu desesperación la que aparece cuando estás acorralada y aunque implores más protagonismo si no te presentás no puedo hacer nada. No. No te prometo un final diferente. Te morís o te mato. Dale, no seas arisca, garantizo que no dolerá. Partirás defendiendo lo tuyo y en un torpe intento por no dejar vidrios rotos romperás los pocos sueños que llevás clavados y refutás como si fueran ajenos.

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viernes, 19 de septiembre de 2008

Otra

Abandoné, por temor, a la que fui para ser la que soy. Sin embargo no soy la que quiero ser.
Me busqué y enfrenté mis caras. Me insulté, me comprendí pero no puedo perdonar.
Me habita otra mujer pero no sé por cuánto tiempo ni para qué.


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viernes, 12 de septiembre de 2008

Pareceres



Remonté un barrilete al que bauticé “Confianza” y cuando más alto estaba, cuando se había alejado de los demás barriletes, cuando sospeché ser la ganadora, se cortó el piolín y “Confianza” cayó para terminar enredado en unos cables de alta tensión. Muchas veces he pasado para ver lo queda de él. Casi no queda nada. El esqueleto de lo que alguna vez hice con una voluntad casi ajena. Suelo preguntarme si mi esperanza no tuvo el mismo final. Cuando más la necesitaba, cuando ya casi era una realidad, se cortó el piolín y quedó colgada en vaya a saber que lugar ajeno, muy ajeno a mí para enseñarme que se camina igual sin esperanza. La risa no cambia ni cambia el tono de nuestra voz. Es falso que la mirada nos delate y que pensemos donde no debemos en lo perdido para siempre.
Mis días parecen empecinados en eliminar sinónimos…

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lunes, 8 de septiembre de 2008

La Chicana







A veces no tengo desde donde escribir porque no es dolor lo que siento, tampoco nostalgia y, menos, alegría. Es un lugar sin brillo que no invita a olvidar, invita a no pensar, a encerrarme en una habitación, correr las cortinas y mandar lo poco que veo del mundo al carajo. Me pierdo en una maratón de películas. Escucho la risa de mi hija que llega desde su cuarto (alguna vez reí como ella).
La madrugada me encuentra escuchando a “La Chicana” http://www.myspace.com/lachicanatango acá se los dejo para que los conozcan aquellos que todavía no saben quienes son.

Sí. A veces no tengo desde donde escribir pero tengo mi habitación con las cortinas cerradas, la risa de Flopo, las letras de La Chicana, la voz de Lola Solá…


Canción llorada, se llama lo que están escuchando, con letra de Acho Estol. Se las dejo:

El frío cortó su cara, la luna la alunó, el sol le pintó las canas, el viento se la llevó. Lloró una lluvia en la pampa, el suelo se la pidió; voló para Buenos Aires, el mapa se la tragó. Y nada conduce a nada si no conduce a vos; con la tela del cielo herido hice la capucha del corazón. Una canción llorada al menos habla de vos, esperando tal vez que me canse de hacerte canciones como esta y volver sin que espere yo. La ola de vino tinto un día la naufragó, la vió renacer el perro sharpei de un embajador. Ahora está en un convento o canta en un bodegón, o pone el cuerpo en la calle o vive en una mansión.

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jueves, 4 de septiembre de 2008

Esta vez no pegué ningún portazo. Me aburrí de la antigua plantilla, a pesar de quererla porque sigo queriendo y extrañando a Patomusa que fue quien la diseñó, una mañana me dije y le dije a Luc: ¿me cambiás la cara del Blog? (porque lo mío es la cobardía, además de la bestialidad y ni bajo los efectos de cuatro daiquiris me animo a tocar aquello que me resisto a entender).

Como podrán apreciar, Luc dijo SÍ (y no es que tenga el sí fácil, les anticipo) y, acá estoy estrenando mi nuevo lugar no tan diferente pero un cacho distinto. El dibujo sigue siendo de Oliverio Girondo y lo que leerán seguirá perteneciéndome con excepción de algunas palabras que cuelgue de otros pero citando al autor que invite de prepo.

Mis amados tronados, nos leemos en cuanto se me ocurra algo. Ando con la imaginación en rebeldía y cuando se pone así de caprichosa, la dejo para que vuelva con el equino exhausto.

martes, 2 de septiembre de 2008

No llegarás

Ahora, en todas mis horas, lo que rige es el rechazo. No llegarás. No te permitiré llegar. Clausuro la búsqueda. Los amores que supe conseguir tampoco llegaron. Les alcanzó el bosquejo de la que pude ser. Ignoré el paso del tiempo. Me entregué con la esperanza de haber encontrado en una mirada la verdad y nunca estuve más traicionada, ni más perdida.
Me declaro perdedora. No quiero escuchar más historias, ni que me lleven de la mano. No imagino un nuevo comienzo y liquidé los besos. Vomité mis infelices ilusiones. Bostezo cuando me hablan de amor.
No era este mi futuro pero me hago cargo. Tantas vueltas para llegar a este desgano. Tantos giros para certificar el sin sentido de mi esperanza. Por eso prefiero alejarme cuando me decepciono; por eso regalé algunos portazos con sus respectivos finales.
No llegarás. Así es mejor.

lunes, 25 de agosto de 2008

Conjunto de plumas sujetas a un mango para limpiar el polvo.

Como casi todos, supo tener su momento de anormalidad: se enamoró de un plumero. Es sumamente extraño que los plumeros hablen (éste hablaba), demasiado para mi gusto. Ella aburrida de tanto adoquín con pelo, se enamoró perdidamente del plumero y llegó a confiar más en las plumíferas palabras que en la propias. La vida de los plumeros no es muy divertida aunque se muevan, revuelen al viento las plumas o tengan simpáticos ataques de locura; por eso cuando ella lo mostraba orgullosa a sus amistades (hasta llegó a presentárselo a su Contador), el plumero creyó conseguir una posición, digamos, humana. Era como una nueva (y bizarra) versión del Pinocho mal herido y ella su hada protectora. Fueron excesivamente felices hasta que ella comenzó a medicarse bien. Las opiniones del plumero comenzaron a fastidiarla cuando se convenció de ser un plumista y quiso convencerla a ella. Una noche, cuando la había envuelto completamente con sus plumas para protegerla de una supuesta bomba atómica que caería cerca, apareció el primer estornudo. Ya nada volvió a ser igual porque era verlo y estornudar. La plumosa realidad le generó alergia y se dejaron de ver por prescripción médica.
Parece que el plumero todavía la extraña y cuando los plumeros extrañan se transforman en plúmbeos. Parece que ella encontró un guante de microfibra que canta unas canciones hermosas.
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jueves, 21 de agosto de 2008

martes, 12 de agosto de 2008

Vacaciones

Cuando salgo de su casa, el mar está donde termina la calle; nos provoca, nos espera y allá vamos las dos, a caminar bordeándolo. Siete o doce kilómetros. Juntas. Otra vez juntas. No conozco Punta del Este en invierno. Sí conozco, y tanto, a mi amiga que me espera. Vuelvo al mar.





- ¿Necesitás vacaciones? ¡Venite!!! Dijo.

- Mirá que voy. Dije.

- Dale, vení. Retrucó

- ¡Voy!!!






Me voy. Nos vemos a la vuelta.

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jueves, 7 de agosto de 2008

Daniel Guebel

"Hay hombres que pasan por la vida buscando los rastros que sobre el mundo dejaría un deseo inútil: el deseo de que los actos respondan a una ley. Cuando por múltiples razones alcanzan a comprender que en el mundo esa ley no siempre es cumplida, tales hombres tienden a asignarle toda responsabilidad a un orden excesivo que llaman “destino”. Atados inexorablemente a las consecuencias, estos hombres no piensan nunca -no se atreven a pensar- que era la naturaleza de sus pretensiones lo que alentaba la falla; no comprenden nunca que era en ellos mismos donde habitaba la fatalidad."




(Daniel Guebel - "El ser amado" así (creo) es el título del libro que yo tengo hace una pila de años pero, parece que cambió su título por "El ser querido". Otro que se debe haber hartado del uso de la palabra "amor" en pelotudeces. Igual voy a seguir investigando, mi nabitud puede llegar a modificar el título de mucho más que un libro.)

El error ha sido mío; ya busqué en mi biblioteca y el libro del cual saqué este párrafo es “El ser querido”. Guebel, que alguna vez al leer un texto mío me dijo: “Estás infectada de sentimentalismo” no suele usar la palabra “amor” (si es que la usa) al cuete.


Me parece que necesito vacaciones…



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lunes, 4 de agosto de 2008

Abecedario

Ahora buscás consuelo.
Decisión estúpida.
Fuimos grandes héroes invencibles;
jinetes kamikazes;
leales llamaradas.
Mandrágora narcótica;
ñoquis opiáceos.
Paradoja que resiste silenciosa.
Tácita unidad vencida.
Wagneriano xenófobo ya zozobramos.


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lunes, 28 de julio de 2008

Apunte

¿Dónde está la gente que busco? Pregunta y vuelve a preguntar. No hay respuestas. Voces que parecen gritos algunas noches lo acompañan antes de dormir. Cada sábado es una repetición, un calco del aburrimiento, un simulacro de lo que pudo haber sido y no fue. Apuntes de una milonga triste que se le va por las ramas, pegando contra ventanales, tropezando con traiciones calculadas y golpeando bajo en soledades.

Apuntes de una milonga triste que no encuentra voz que la cante ni melodía que la cobije.




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jueves, 24 de julio de 2008

Existe un bar...

Algunas cosas las hago a pesar de saber que está mal hacerlas pero, me provocan. Yo suelo ser una persona tranquila y respetuosa cuando ando sola por la calle, lo aclaro porque mi comportamiento en patota difiere. Soy muy respetuosa cuando decido sentarme en la mesa de un bar en la vereda a leer un libro, en este caso el libro elegido fue el de Carolina Aguirre “Bestiaria” http://bestiaria.blogspot.com/, digamos que no me importó que demoraran en atenderme porque estaba riéndome con el “Prólogo masculino” que escribió Hernán Casciari y después seguí riéndome con Carolina. Cuando el mozo se dignó a llevarse mi pedido tampoco me importó que demorara en traerlo porque yo seguía zambullida en la lectura. La cosa se complicó cuando intenté pagar porque el supuesto caballero que me atendió desapareció de la faz de la tierra. Me revienta estar sentada en la calle y mirar hacia el interior del bar con cara dedóndecarajosemetióelmozo y que nadie , otro mozo, el cajero quizá, se digne a buscar al compañero para así cumplir con mi deber de abonar lo consumido. Nada. El tipo no aparecía. Le hice señas a otro mozo que estaba muy entretenido hablando con un cliente y me dijo con cara de pocos amigos que ya le iba a avisar. El tiempo insiste en pasar, a mi me esperaban en otro lugar y detesto llegar tarde por estupideces. Volví a buscar al inútil y nada. Entonces una vocecita en mi cabeza sugirió: “hacele un paga dios”. Fue escucharla y levantarme. Me colgué la cartera, me aferré del libro como escudo, busqué por última vez al mosaico y me fui caminando. “Si me pegan un grito, grito más y les salgo con que es una falta de respeto; qué vergüenza les debiera dar atender así a los clientes…”, repetí esa oración cual mantra. El grito no llegó, crucé la calle y con mi dignidad habitual, detuve un taxi que me alejó del lugar.
Existe un bar en Buenos Aires al cual no podré ir por un tiempo.
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viernes, 18 de julio de 2008

Hernán Casciari

Te encontrás con dos tipos de cara cuando entrás a una librería y pedís el libro de Hernán Casciari. Cara de pelotudo importante o cara de cómplice.


- Tenés “España, decí alpiste” de Hernán Casciari???

- ¿Eh? (Aquí inserte la cara de pelotudo importante)

- De Editorial Sudamericana. El último libro de Casciari. (Lo digo buscando la salida con la mirada)

- MmmNnnno…

- Bueno, lo tenés que pedir entonces. Chau.




En Distal Libros, de Caballito, encuentro al cómplice.

- ¿Tenés “España, dec….. (No me deja terminar de hablar y casi con cara de felicidad señala la pila de libros)

- Listo. Me lo llevo.


Cuando tenga nietos, les diré casi con orgullo que fui testigo del regreso de Hernán y que lo escuché en primera fila. Más información, pasen, lean y vean: http://orsai.es/


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viernes, 11 de julio de 2008

Mi Gurú.

Ya saben, tengo una Gurú. Cuando la vida me alcanza y el futuro que tanto me preocupaba me toca la espalda (otras partes de mi cuerpo, también) y me avisa que ya llegó, voy corriendo a mi biblioteca y saco un libro de Gabriela Acher. Ella es mi compañera en estos días. La llevo a todas partes porque mi analista decidió viajar a Paquistán y reunirse con los Talibanes antes de aguantar mis estados de ánimo un tanto cambiantes por el arribo a mi vida de la pre menopausia.

Los dejo con mi Gurú. Yo me voy a deprimir. Hasta que no pierda los cinco kilos, no vuelvo.

“Un día te levantás y te volvés a acostar inmediatamente.
Se acabó, la vida no tiene sentido, no tenés fuerzas para seguir, te sentís un gusano.
Estás segura que si vas a hacer un casting para Metamorfosis –la película sobre los insectos- no te dan el papel porque querían un gusano alegre.
No salís a la calle, no te arreglás, no te vestís, todo es oscuro, la vida no vale la pena.
(Mi amiga Lucía me cuenta que se pasó tres meses llorando sin parar, pero no se preocupó realmente hasta que se dio cuenta de que lloraba con las películas cómicas. Pero no con las de Porcel, con ésas lloraba antes de la menopausia… ¡Con las de Woody Allen!)
Pasás así un tiempo hasta que alguien te dice que eso es hormonal, que cuando baja el nivel de hormonas en el organismo puede aparecer una depresión; entonces vas al ginecólogo, te receta un suplemento de hormonas y te recuperás rápidamente.
Otra vez el color, la vida tenía sentido, qué boluda, como sufrí al pedo.
Al otro día te levantás y te pesás.
¡Bajaste cinco kilos!
Esos cinco kilos pertinaces que les sobran a todas las mujeres, y que a vos –como a todas- te han obsesionado desde que tenés uso de razón, esos cinco kilos que eran tu enemigo declarado, que habían resistido estoicamente los embates de todas las dietas, de todos los masajes, de todos los aparatos, de todos los sistemas para adelgazar, esos cinco kilos que te separaban de la felicidad… se los llevó la depresión.
¡Es la única dieta!... Te lo aseguro.
La angustia no, ésa engorda horriblemente.
Pero una buena depresión… de esas que no te pasa ni el aire… ¡es perfecta!
Dura.
Pero infalible.”


Del libro de Gabriela Acher “El amor en los tiempos del colesterol”


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martes, 8 de julio de 2008

Rata

Busca los guantes de goma, la bolsa de residuos, alguna culpa. Encuentra los guantes y la bolsa; la culpa no aparece.

Se aburrió del ritual. De escucharse. De llorar. De esos ojos diminutos que le hicieron confesar sus temores para liberarlos y encontrarse con esta que busca en la cocina guantes de goma y bolsas de plástico.

Tres meses alcanzaron para decirlo todo, para resumir siete años, para no justificarse. Los ojos parecían comprender. La mujer los aceptó sin asco ni miedo, se parecían a los ojos que tanto supo querer y la traicionaron. Hablaba con ellos como no pudo hablar con los otros, con los queridos, con los traicioneros. Lo dijo todo, se quedó sin palabras, sin insultos, sin deseo. Entonces llegó la hora de borrar, también, esos ojos nocturnos. Dejó el veneno y cerró la puerta.

No siente nada. La toma de la cola y la envuelve en el plástico, la entierra en el fondo. “Una rata menos” piensa. “Tengo que comprar otros guantes”.

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jueves, 3 de julio de 2008

Trámite inútil

- ¿El amor de mi vida?

- ¿Preguntó en la oficina de usados?

- Me mandaron acá.

- Todo lo mandan a la oficina de objetos perdidos. ¿Cómo era el amor de su vida?

- Único.

- Sí, claro. Todas dicen lo mismo. Acá tengo varios amores de la vida de otra, ¿quiere revisar?

- No, gracias. ¿Considera que encontraré al mío en otro momento?

- Lo dudo.


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miércoles, 25 de junio de 2008

Casi un sueño

Digo: no más y ruedan todas las posibilidades. Una gran montaña de piedritas de canto rodado se desparrama y de ahora en adelante el suelo que pise estará cubierto de piedritas, (piedras, no. Piedritas y toda la suma de mi odio a los diminutivos). Necesitaré agudizar mi equilibrio para así acostumbrarme. Todo es una cuestión de costumbre, (como comer sin sal/como dormir solita). Caminaré sobre mis posibilidades derrumbadas, así mi aburrimiento estará acompañado de pequeñas piedritas de canto rodado. Algunos podrán edificar sólidas construcciones, no es mi caso. Otros fracasarán en el intento de construir caminos pero fracasarán mejor, por ahí les sirve.
Digo: no más. Lo bueno de no esperar nada es que no genera adicción. Lo malo, claro, es lo bueno.
Me voy a perfeccionar en el juego del tinenti, sepan comprender la demora.


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viernes, 20 de junio de 2008

Presencia


Se llena de mañana el día. Dejé detrás las lágrimas.
Acomodo los matices para mirar con ganas lo que viene.
Solo una cosa es indispensable: mi presencia.
El invierno puede mudar en primavera.
Todavía amanezco en todavías.



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miércoles, 18 de junio de 2008

Ausencia



Todo este vacío, lo presentí. Esta tristeza la anunciaron mis lágrimas. De las pocas cosas que sabía, sabía que no era el tiempo el que debía hablar. Es tan absurdo lo que viene, tan sin color. Parecen voces pero son gritos y no es nada. Un calor de verano en pleno invierno. Una ausencia con aviso. El ingreso en la vejez.
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martes, 17 de junio de 2008

El día después...

Debiera escribir algo relacionado con la festichola del DIC, pero mejor vayan a lo de Ginger y disfruten de lo que ha quedado del GRAN Encuentro GRAN.

Acá les dejo la dirección:
http://www.noserefeliz.blogspot.com/

Yo estoy haciéndome un té de Trotil para ver si puedo digerir las fotos mientras pienso, seriamente, en hacerle un juicio millonario a Lancôme.

jueves, 5 de junio de 2008

Se viene la segunda...



“DIC Entertainment es un estudio de producción, fundado en 1971 en Luxemburgo por Jean Chalopin. La compañía fue re-fundada en Estados Unidos por Andy Heyward y es actualmente independiente, la compañía produce muchas animaciones y especiales en la televisión. Las palabras DIC representan Difusión, Información y Comunicación.”

Lo que acaban de leer, debe ser cierto pero, no es la única verdad; como todo en la vida, hay más verdades, más certezas o sea: más dudas. El DIC además de ser una compañía, además de representar con sus iniciales a la Difusión, Información y Comunicación, ésas mismas iniciales son las siglas de nuestro DIC, o sea: Día Internacional del Comentarista. Todavía no figura en la Wikipedia, pero ya figurará y algunos pasaremos a la historia por haber sido los DIC de la primera hora, los visionarios, los que verdaderamente no tenían un pomo que hacer el 15 de junio del 2007 y decidieron juntarse para hacer algo. Bueno, seguimos sin tener un pomo que hacer por segundo año, así que todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad, comentaristas de Blog quedan invitados por este medio a la nueva rejuntada que se llevará a cabo para romper con supersticiones el 13 de junio y, fieles a nuestra lógica, festejaremos el día 13 lo que figura en el logo como 15. Somos así, complicados en gansadas. Las otras complicaciones las dejamos para el filósofo que no nombro pero miro.

El lugar donde se armará la festichola es Jobs, (http://www.jobsbar.com.ar/), aclaro que hay que ser mayor de 18 años para que los dejen pasar. Ya bastante falta de respeto es que anden con 18 pirulos tan campantes por la vida, así que, NO. Menores, NO. Venir acompañados por sus padres, no vale.

Aviso (a los que no cargan la bendición de conocerme) que no soy simpática, así que si vienen no esperen encontrarse con el payaso Plin Plín. Suelo ser bastante arisca y, si me llegan a caer bien, por ahí les dirijo la palabra. Eso sí, si se las dirijo después no se quejen.

Quedan formalmente notificados, (desde el amor, como siempre).



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lunes, 2 de junio de 2008

Estamos.

Estoy. Allá, con vos. Estamos.
No te caigas, luchá; pero si caés, si no podés resistir: estoy. Acá, con vos. Estamos.
Lo nuestro son años. Suma de risas y algún llanto. Doctoradas en abolir distancias el tiempo nos hace una reverencia. Cambiamos paisajes. Da lo mismo el café de Avenida Santa Fe que una caminata con el mar de testigo. Somos la mirada que nos contiene, la complicidad en cada sonrisa. Cada una estuvo donde está la otra por eso cuando hablamos, sabemos de que hablamos. Escucharnos aleja los fantasmas aunque alguna tristeza te gane de madrugada. Sabés que estoy, allá con vos. Sé que estás, acá conmigo. Lo sabemos y la soledad es algo que habita en otros.


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lunes, 26 de mayo de 2008

Cine Club

Sábado. Tarde de sábado. Llamo a mi amiga para ver como anda. Hablamos y en medio de la conversación me pregunta que hago a la noche. No tengo nada en mente le contesto, bueno, venite para el Pasaje Copérnico que en el Cine Club dan el final de la trilogía sobre la venganza del director coreano Park Chan Wook. ¿Lo qué? Le pregunto desde mi tan habitual ignorancia. Mi amiga Gabriela es así, le gusta el cine raro. En realidad no es raro, es un cine que no está dentro del circuito, o sea no son películas que están en cartel pero son películas que bien pudieran o pudiesen ser de culto. Lo cierto es que me cambié y me fui a ver “Sympathy for lady vengeance”
Los coreanos son raros con lo cual, su cine (para mí) también lo es. Buena fotografía, mucho de poesía trágicamente barroca. Dicen que este cineasta surcoreano enfrenta a los espectadores a con lugares incómodos, sin embargo me pareció infantil. Una condena que cumple la protagonista por asesinar a un chiquito de cincos años, ella es inocente y el culpable la obliga a confesar bajo amenaza de matar a su propia hija. A salir, después de trece años de condena, la recupera y no me quedó claro que pasa con los padres adoptivos que la criaron durante ese tiempo y no eran oblicuos. Va a buscar al real asesino y descubre que mató a más niñitos entonces ubica a los familiares y allí discuten si lo cortan en pedacitos o lo entregan para un juicio. Lo cortan en pedacitos pero dan tantas vueltas, que me aburrieron. Pasa que no entraste en código, me dijo un amigo, porque si buscás la parte lógica y no te dejás llevar por la fantasía del autor no entrás en código y, no, no entré en código. Más que venganza lo que vi es tensión moral, y la conciencia de culpa como tema principal porque la protagonista carga con una culpa excesiva. Igual parece que termina bien, aunque no entiendo como la hija no terminó internada con gangrena en las patas cuando en el final se abrazan en una calle cubierta de nieve y la pibita está descalza.
Resumiendo, no entendí un pomo, sé que estoy dejando de lado partes importantes pero lo mío no es la crítica cinematográfica, y menos de cine coreano, espero que quede claro, pero la propuesta está buena: primero un flaco te sitúa y habla de los coreanos, de su lugar en el mundo, la ponchada de oblicuos que son, las guerras, etc. Cuando la película termina se degusta un vinito, esta vuelta le tocó a un Merlot Roble 2007 de Finca Flichman y se larga el debate. Por supuesto no dije nada y me entretuve mirando y escuchando a las personas que daban su opinión y ni una vez me pregunté que estaba haciendo en un lugar como ese, con lo cual, sospecho, volveré; (la próxima es una francesa). Eso sí, necesito un DVD con suma urgencia porque cuando fuimos a cenar, (con mi amiga, envueltas en glamour como es nuestro estilo) comprobé el poco cine que tengo y, cenar y casi no hablar no es lo mío pero descubrí que al no tener nada que decir, no dije ninguna estupidez y eso, mis estimados amigos, es un logro importantísimo.

A todos aquellos que les agrade la propuesta les dejo la dirección del Cine Club Buenos Aires Mon Amour: http://cineclubmonamour.org/





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miércoles, 21 de mayo de 2008

Permitidas

A veces vienen. Se asoman.
Las siento, las dejo.
Las permito de madrugada,
cuando escribo, cuando nadie las ve.
Es de a ratos, no más.
Es lo que queda.
Una mezcla de flores y tinieblas
con aroma a durazno
con ausencia de luz
Aparecen en casa
me encuentran sola,
juntas aprendimos la clave secreta
del jamás.

Todavía lloro.
Todavía duele.

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lunes, 19 de mayo de 2008

Presbicia sentimental


También se la conoce como “Sentimiento agotado”, es un defecto o vicio de los sentimientos que consiste en la putrefacción de nuestra fe por envenenamiento severo con juicios falsos por engaño de los sentidos, (Ilusiones ¡bah!). Imposibilitados de creer que alguien logre conmovernos, se alteran los músculos de la adaptación y aquella persona que intente acercarse será vista con dificultad y no saben lo bien vistos que son cuando se alejan. Sí, cuanto más lejos mejor se te ve. Por fin se te ve, diría mi abuela.
Las causas pueden ser varias, un engaño sostenido y negado por nosotros; un engaño sostenido y descubierto por nosotros; un sostenido que nos engañó negándonos; una negación que nos engañó sosteniéndonos; es decir para dar un corte a esta idea si es que se puede llamar idea: una flor de traición que nos partió en cinco. Con el paso de los años, se reduce la capacidad de asombro al comprobar que todo es más de lo mismo y en la distancia muero sin saberlo tú (dice Roberto Carlos, pero no se murió nada porque sigue cantando lo mismo hace como treinta años), así que mortal esta ¿enfermedad? pareciera que no es.
La presbicia sentimental comienza a manifestarse entre los 40 y los 45 años, pero nunca falta algún desubicado/a de 20 que carga con los síntomas.
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jueves, 15 de mayo de 2008

Mayo crítico

Estas mañanas primaverales que corresponden a otro lugar en el mundo, digamos París o Barcelona, no sé que hacen en el mes de mayo en Buenos Aires. Estas mañanas más locas que yo cuando enloquezco, me confunden y ya ando bastante confundida como para aceptar una confusión más porque me parece que estoy en crisis. Me agarraron todas juntas, la de los 30, los 40 y los 50. Estoy más trastornada y desorganizada que el límite al que me tengo acostumbrada y esto me provoca miedo. Todavía no es un ataque de pánico pero algo de eso hay cuando me levanto a la mañana y me miro en el espejo del baño. Me pesa la edad. Como si no tuviera kilos de más, ahora también me pesa la edad. Evidentemente, necesito alguien que me emparche y poco y que limpie mi cabeza.




Sui Generis - "Necesito"
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lunes, 12 de mayo de 2008

Amigas y fin de semana

El sábado la fui a escuchar a Bater que habló con otros dos personajes del humor en los Blog. Fui con Ginger y Carito. La charla estuvo muy bien, pero si no hubiera ido con las chicas todavía estoy buscando el lugar donde hablaban. Me pierdo. En la Feria del Libro me pierdo. Soy capaz de pasar 15 veces por el mismo stand y no encontrar el que busco. Me siento en un laberinto, rodeada de personas que se me antojan más perdidas que yo. Cuando por fin encuentro la editorial que quiero los libros no bajan de cien mangos, repito que son los libros que YO quiero, no los que me quieren vender. Otra cosa que me revienta es que para todo hay que hacer cola. Cola para tomar una birra, cola para ir al baño, cola para que te regalen Fernet Branca Menta, cola para pagar si decidiste comprar algo, en mi caso lo único que compré es un señalador que hoy estrené con todo mi amor y cariño pero resulta que rompe la página que señala. Así que ahora señalo con uno que me regalaron de Telam y el que rompe las páginas lo decreto señalador de mi agenda en la oficina.
Seguimos dando vueltas a la feria, mis amigas compraban mientras yo me perdía, por suerte ellas tienen la brújula incorporada y cuando estaba a punto de empezar a los gritos porque las había perdido de vista, aparecían entre el tumulto y me rescataban.
Carito demostró tener más aguante (y menos años) porque cuando Ginger acusó dolor de pies yo me solidaricé con ella para rajar del templo de la literatura y la nena se quedó dando más vueltas.
Al salir nos subimos a un taxi que tenía menos orientación que yo y ante mi reclamo porque estaba tomando un camino equivocado, el muy pelotudo nos pidió que nos bajáramos del auto. Como no tenía ganas de discutir, nos bajamos sin mandarlo al carajo, aunque noté en Gin una mirada asesina hacia el Sr. Manejador de taxis.

El domingo, Pepina vino a mi casa, almorzamos en la parrilla de la esquina, de postre comimos un helado riquísmo pero de todo lo que chusmeamos, minga que se van a enterar.

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martes, 6 de mayo de 2008

Certeza

No hay desconcierto ni sorpresa. Tuvo razón en todo. Haber acertado no provoca alegría. Agradece a su intuición, pero hubiera preferido el error de sus sentidos porque, una vez más, eso que no tiene nombre le murmura que ya nada volverá a asombrarla y, claro, no es agradable cargar con esa certeza y colgar dos o tres sueños en el placard, en el rincón donde amontona la ropa que donará al Ejército de Salvación.



¿Te acordás?


carrusel - La Surca

viernes, 2 de mayo de 2008

Las cosas, las casualidades, el movimiento y Baglietto.

Las casualidades se mudaron sin mes de preaviso. Colgaron un cartelito y se fueron lo más campantes sin dejar domicilio conocido. Ellas me entregaron aquello que no se me hubiera ocurrido pedir. Sin embargo, alguien me dijo en alguna de las vidas que supe tener, que si de verdad necesito algo lo voy a encontrar y no será la casualidad quien cumpla mi deseo sino yo misma. Será mi necesidad quien me guíe hacia aquello que preciso. Me sonó (me suena) a receta de libro de autoayuda. Igual, voy a escribir una lista con mis necesidades, por ahí que las casualidades me abandonaran es lo que necesitaba, casualmente, para encontrar aquellas cosas con movimiento que (todavía) me esperan.


Los dejo con Juan Carlos Baglietto en su versión de “Las cosas tienen movimiento”. Ya saben, soy así, no me fijo en gastos. (Sí, aprendí a colgar videos)





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martes, 29 de abril de 2008

Pensamientos en la ducha...

Hoy es el día del animal. Extraño a Shunsho. Quiero un perro. Un perro como Highlander, con garantía por 104 años. (Ya sé que Highlander era inmortal pero a mí con 104 años me alcanza porque es el estimado que pienso vivir para romper las pelotas a mi descendencia y salir en Crónica TV apagando las velitas y todas esas gansadas).

No. Ni en pedo me compro un robot. Tiene que ser un perro perro. Un perro chiquito pero perro al fin, con alma incorporada. Que sea peleador, al próximo lo quiero peleador, bueno en realidad peleador, no, porque si es chiquito alguno grandote se lo puede comer y ya avisé que lo quiero con garantía por 104 años, pero las garantías no se hacen responsables de perros con vocación de alimento balanceado. Así que lo quiero con un humor de mierda con los extraños pero maravilloso con nosotras. Shunsho fue demasiado bueno. Carajo, como lo extraño. Por eso, porque lo extraño, necesito otro perro no para que lo supere sino para que me duela menos abrir la puerta de casa. Pero no tengo que pensar en mí, si tengo un perrito nuevo, ¿cómo hago cuando me voy de viaje? Porque me voy a ir de viaje. No sé adónde pero que me voy, me voy. Flopo no quiere saber nada. A veces es más sabia que yo la mocosa de mi hija.
Tengo ganas de tener un pichicho inmortal, pero me parece que, una vez más, la realidad no se acomoda a mis ganas.

viernes, 25 de abril de 2008

Golpe a golpe

Tiene un dolor tartamudo, con eco, con vocación de boomerang. Un dolor que la invade sin acordar cita previa. Dolor desacostumbrado a ciertas pautas de convivencia. Tiene un dolor testarudo, caprichoso, algo así como un verdadero dolor de muelas pero que insiste en acomodarse en el pecho, éste dolor es autónomo, copión de sus placeres pero, placeres tiene más y la tratan mejor; dolor sólo tiene este que muta y muta pegando portazos en la cabeza, jugando al ring raje con su razón, magullando límites de requisitos mínimos que debieran responder a las normas IRAM para, al fin (por fin), transmutar en su clase de Box Training. Allí lo expulsa, lo acorrala contra la bolsa, lo golpea sin carta documento ni previo llamado. Se maravilla cuando lo desnuca sin culpa; goza merecidamente cuando le fractura la prepotencia a pura patada y, además, endurece brazos, abdomen y glúteos.

martes, 22 de abril de 2008

No pueden

Ella dijo: porque me encuentro conmigo cuando me cruzo con vos, se detiene el tiempo, ayer sigue siendo hoy y somos espejo que nos refleja. Lo que buscamos no tiene nombre, lo rozamos con palabras, nos acariciamos. Torcemos atardeceres, inventamos mañanas, disfrutamos ahora. Ahora es cuando pregunto: ¿Cómo no escribirte a vos, hombre que lleva en la mirada nuevos finales? ¿Cómo no responder palabra por sentido? ¿Cómo no sacarme el disfraz cada vez que te veo y darte la bienvenida? ¿Cómo no dar sentido al sin sentido de un invierno capicúa en una ciudad de malos aires llamada Buenos Aires?


Él respondió: Oliverio lo diría mejor, pero ¿Cómo no escribir a una mujer que vuela? ¿Cómo no desear que su vuelo no se detenga? ¿Cómo verla allí no va a ser placer? El cruzarme en las palabras ritos, en el girar de la danza, en el despegue infinitesimal de mis sentidos anudados e iluminados por tu llegada y solitario después de tu paso fugaz. Apenas solitario de vos pero suficiente porque alcanza la tarde, cuando las sombras avanzan, sobre el día inútil que me lleva a sueños donde tu espalda tiene el tatuaje de las alas, recuerdo de otras existencias de la mujer pájaro, de la mujer secreto, de la mujer y en tu oculta desnudez tal vez aparezca la duda, pero no me interesa. Interesa esto que tomo, disfruto y te convido el vino de las palabras, la ebriedad de los sentidos confusos, la única y visceral palabra que no puedo obviar: encontrarte.


Yo les cuento: si alguna vez vuelven a cruzarse no van a saber, no pueden saber, que en medio del infierno no fueron el infierno pero no se reconocieron. Se olvidaron sin saber que olvidaban.


lunes, 21 de abril de 2008

Dos años

No me gustan los aniversarios, por eso ignoré la fecha. Jugué a estar de buen humor a pesar de volver a pasar por el número de un mes que dejó para siempre de ser un día más. No volverás; ya no espero escuchar tu voz. No te sueño; no volveré a verte. Esta cosa de no creer en nada, ayuda pero aburre. No es que tenga un gran nivel intelectual (y sé que no tiene nada que ver) pero, en determinados temas, quisiera tener menos todavía para así poder refugiarme en algo que se parezca a la fe pero, no me sale. Casi respeto a los que creen aunque (algunos) me parezcan patéticos. Hablando de futuros encuentros cuando son incapaces de encontrarse con su propia realidad. Comprando flores o celebrando misas para rezar por el descanso de quien ya no existe. Claro que ahora también me descubro bastante pelotuda escribiéndote a vos que hace dos años dejaste de existir pero, bueno viejo, la que te escribe es casi el producto terminado de aquella hija que supiste tener. Ni la mejor, ni la peor. Tuya siempre. Con más contradicciones que las que llegaste a conocer, comprendiste y casi celebrabas con una sonrisa.

El putísimo 17 de abril del 2006 falleció mi viejo, Don Fernando Fernández Galego. No lo olvido aunque duela saber que no volverá.

jueves, 17 de abril de 2008

El clon.

Tengo (en realidad, tenía) una ex vecina, con la que cada tanto nos vemos (veíamos), ayer intentó que conociera a un señor que, pensó (¿pensó?), pudiera congeniar conmigo. Ella era una persona que llegué a estimar, (nótese el tiempo verbal que utilizo) pero me presentó una especie de clon de Claudio María Domínguez (los que no conocen a este personaje, no pierden nada); entonces, no es que no crea que todo va mejor con coca cola, pero me gusta más la pepsi y con esta confesión comienza mi conflicto porque cuando una persona (mi ex vecina) me presenta lo que me presenta, eso quiere decir que está intentando otra cosa, por ejemplo, que no la estime más.

El clon al conocerme dijo algo así como que se notaba que yo era especial, un ser de luz casi divina, una buscadora incansable de la verdad y me agradecía aceptar conocerlo; la miré a la culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos con una mirada digna de Yiya Murano. El no lo notó porque siguió agradeciéndome el hecho de existir. No pude cerrar mi boca y dije con cierto grado de molestia, que no debía agradecer mi existencia; que existo porque existir es ser, que, de alguna manera, estoy condenada a ser hasta que reviente y, si cuando reviente quiero seguir siendo y puedo ahí, tal vez, la que agradezca seré yo, claro que no sé bien a quien todavía. No creo que le haya quedado claro lo que dije porque comenzó a hablar del amor a flor de piel, de aquello que debemos expresar en forma natural para que fluya en cada acto, en cada situación ya que debemos saber que todo es uno, todo es amor, todo es dios y todo es perfecto. Mientras el clon seguía divagando, mi ex conocida lo miraba empelotudizada y yo comencé a buscar las Alplax en mi cartera. El tipo seguía, ya en el cenit del razonamiento mogoloide preguntándonos: ¿Quién hizo que los murciélagos colgaran cabeza debajo de las ramas de los árboles? Y, osó preguntarme: ¿los habrá atado así alguien por odio? Cuando no encuentro lo que busco en mi cartera, el mal humor me invade y, si agrego escuchar a un imbécil, mi respuesta puede ser, digamos, un tanto agresiva. Parece que el clon se avivó porque enseguida respondió el mismo: No, ¡es su destino! Así también, nadie puede escaparle a las consecuencias del karma, dijo sin que se le moviera un músculo de la cara. Sin decir una sola puteada, me levanté. No sin antes aclarar que debía escapar de mis instintos asesinos. Mi ex vecina intentó esbozar una palabra pero yo estaba bajando en el ascensor.

Algunas cosas no cambian, el portero estaba parado en medio de la vereda con los brazos cruzados, casi recordándome con ésa mirada que tienen algunos porteros que la huida no es una enfermedad, es una verdadera ciencia que deberían enseñarnos desde niños para huir rápidamente de la idiotez. Sí, el portero se llama Poroto.

lunes, 14 de abril de 2008

Será nunca.

Tantas cosas dejaste pasar. Lo mejor, por ejemplo. Cuando en la volteada cae lo bueno la única forma que encuentro para gritar es el silencio. Me importa dos carajos y uno más (de repuesto), el después. Después queda lejos. Después tiene olor a viejo. Despuéslodigo. Despuéslohago. Es no decir, no hacer. Existió un alerta, una carta, un pedido. Existí en tu vida como exististe en la mía. Pero me fui de tus días. Tuve que elegir entre vos y yo y, me elegí. Después de todo yo vengo a ser el recuerdo de familia más cercano que me queda, y vos ni para recuerdo dijiste que servía (Claro que primero lo supe escribir yo y no pensando en vos, precisamente).

Y me clavo acá porque me aburre escribir masticando lo que pudimos ser y no fuimos. En lo que hubiéramos sido. En lo que no seremos nunca. Y que ni se te ocurra escribir la letra de un bolero.

Te quise. No, no te quise: te amé, con lo que me cuesta decir "te amo", te amé. Jodete. De verdad, jodete si no me podés olvidar. Jodete si te arrepentís por haber sentido la necesidad de escribirme después de tanto tiempo. No tengo edad para andar con secretos. Así como no tenés edad para andar en moto. Era cuando tuvo que ser o nunca. Será nunca.

Y, no. No te recuerdo con una sonrisa.

Vos recordame como se te antoje. Vestime de santa o puta. Me da lo mismo. Lo mío es andar desnuda. Ser lo que soy. Tener una realidad. Lo mío es la verdad en pelotas con algunas dudas y una razón. La que hace que ría como ya no reiré con vos. La que hace que mire como jamás te volveré a mirar.

jueves, 10 de abril de 2008

De Tutiplenes en Línea "E"

Y salí de casa con el Tutiplenes bajo el brazo. Caminé tres cuadras, cuando llegué a la estación del subte me dije (y reíte de Narosky): voy para atrás para ir adelante sentada, y bajé. Demasiada gente esperando en el andén me confirmó que, si creyera en la telepatía todos los que estaban allí pensaron lo mismo que yo y había entre nosotros un acuerdo, una conexión. Como no creo en casi nada y menos en la telepatía, miré a los que me rodeaban con cara de odio y con la certeza que aunque sea a los codazos iba a viajar sentada. Una voz avisa que la Línea “E” funciona con demoras. Con el habitual mal humor de todas mis mañanas, me mordí el labio para evitar la primera puteada del día. Decidí sentarme en el único asiento libre que quedaba, al lado de un señor muy gordo que leía el diario. Bastó que me acomodara los anteojos y comenzara la lectura de Consideraciones acerca de Tutiplenes y otros frutos de mar para que el gordo me hablara. “Esta es la peor línea de subte”. Quemeimporta, Quemeimporta, pensaba. Pero el obeso insistía: “Desde los diecisiete años que tomo esta línea, cuando salía de Boedo, y siempre fue la peor”, insistía la montaña de grasa. Quemeimporta, Quemeimporta, repetía para mis adentros porque, me conozco, si lo repito para mis afueras lo mando al carajo y era muy gordo y la gente muy gorda transpira más y me da asco pelearme con gente gorda y sudorosa. Afortunadamente llegó el vagón y huí en dirección contraria al obeso; pude sentarme, sin hacer uso de mis codos, ahora sí para comenzar la lectura de los Tutiplenes. Algo en el orden universal estaba en mi contra esta mañana (claro que en todas las mañanas de mi vida el orden universal está en mi contra o yo estoy contra el orden universal que no es lo mismo pero es igual), porque tuve que compartir el asiento con tres señoras que no paraban de hablar; a mi me molesta que la gente hable en el subte (en realidad, me molesta que la gente hable. Punto.) si yo quiero leer. Así que procedí a mirarlas con cara de puedencerrarlabocaviejaschotas y, parece que seguía en contacto telepático porque se callaron. (Ahora que lo pienso y sacando una conclusión que no puede ni podrá ser refutada, fue por el efecto milagroso de los Tutiplenes). Cuando llegamos a la estación siguiente (que es la última y de ahí vuelve a salir) el vagón se llenó. Pero como estaba sentada, disfrutaba (un cachito) el ver como todos se apretujaban y se preparaban para viajar así durante trece estaciones, mientras que yo, con el Tutiplenes en mis manos me disponía a bajar los vidrios polarizados de mi conexión al exterior y ahí sí, lejos del mundanal despelote, refugiarme en el libro de Rosana Gutiérrez que estimula y sienta bien. Ninguna viejita, ninguna embarazada lograrán que les ceda mi lugar, pensé, antes de iniciar el trayecto que me deposita en mi oficina. Y así fue, loado sea San Crispín. El Tutiplenes además de ser un libro altamente recomendable, trae suerte. Lo aseguro yo que postulo que la vida es un desbarajuste de la suerte. Así que ya saben, busquen el libro de Rosana. Acá les dejo la dirección de su Blog: http://laresacada.blogspot.com/ Luc, (se mueve por la vida con el alías: Rosana Gutiérrez para despistar a la P.F.A.) chocha de la vida responderá sus preguntas siempre y cuando, compren su libro. Las escritoras son así, jodidas. Ella es las dos cosas, escritora y jodida, claro que se le suma una más: genial.

martes, 8 de abril de 2008

Roberto Juarroz



Necesité encontrarlo, abrigarme en su poesía. Hay autores que ordenaron palabras para que los vaya a buscar cuando ellas, pasean desordenadas por mi cabeza. Autores que responden aquello que el tiempo ubicó en un perfecto final.

La poesía vertical de Roberto Juarroz me acompaña en estos días, la recomiendo, sobre todo en abril…



(19)

Contar las campanadas del reloj

es contar el silencio.

Detrás de cada una está su sombra.

Y más atrás el cero.

Pero adelante está el que cuenta,

poniendo puntos al silencio.

Y aunque dejase de contar las campanadas

no podría suspender la otra cuenta.



(24)

Darlo todo por perdido.

Allí comienza lo abierto.



Entonces cualquier paso

puede ser el primero.

O cualquier gesto logra

sumar todos los gestos.



Darlo todo por perdido.

Dejar que se abran solas

las puertas que faltan.



O mejor:

dejar que no se abran.



viernes, 28 de marzo de 2008

Laura Canoura

Los amores nos marcan. Para bien o para mal. Nos marcan. Algunos pueden olvidar, otros preferimos el uso constante de la memoria para no retroceder, para dejar lo que fue maravilloso en el estante de las maravillas y separar lo que nos lastimó, lo que nos enfermó. Dicen que el amor no tiene límites, yo creo que sí, que el límite es la salud. Un amor que enferma, no es amor, aunque mariposas y colibríes nos prometan que ése amor será eterno. (Todos sabemos que las mariposas y los colibríes no prometen un catzo. El que no lo sepa, que se avive ahora).

Hablando de marcas quiero que escuchen el tema que escribió Laura Canoura, se llama "Una marca en la culata de tu rifle". Laura es una gran cantante uruguaya. Una gran mujer y una amiga de ésas que hacen que esto de andar dando vueltas por los Blogs me ayude crecer y sobre todo a creer que pese a todo, los buenos en el buen sentido de la palabra bueno, somos mayoría. (Sí, me cuento entre los buenos… ¿Y qué?)

Besos y canciones.



PD: agradezco la colaboración de Ginger sin la cual mi blog estaría condenado a ser un blog sin videos y SÍ, también está del lado de los buenos.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Buen día, las tarlipes!!!

Me levanto con un humor que reíte de los Barras Bravas de Nueva Chicago perdiendo con Chacarita. No soy ese tipo de personas que se levantan con una sonrisa y cantan “Hoy puede ser un gran día”. No. Me levanto con la certeza que será un día de mierda y mientras escucho al putazo (desde el amor) de Peña en la radio, lo confirmo. No hablo del día de hoy. Hablo de todos los días. No me gusta levantarme temprano. No disfruto con el canto de los pajaritos ni el sol asomando sobre los edificios. Desayuno lo que encuentro y si no encuentro nada, no desayuno. Me zambullo en el baño, me ducho, me encremo, me pinto, me visto y salgo. El ascensor debiera estar ni bien lo llamo. Me pone de un humor peor que tarde y si viene con cuatro personas que me miran sonriendo y me dicen: “Buenos días, está completo pero ya te lo mandamos!” ¡Peor!. ¿De qué carajo se ríen? ¿Para qué mierda me dicen buenos días si no tienen la más puta idea de como será el día??? No me hablen de lo políticamente correcto y la educación y toda esa pila de pelotudeces. No. Hasta que no me compruebe lo contrario el día tiene probabilidades altísimas de ser un día de mierda. Llegar al subte y que la voz de la locutora pedorra pida perdón por las molestias ocasionadas es motivo suficiente para que me vea obligada a reprimir mis instintos, porque tengo ganas de gritar, micrófono en mano: ¡perdón las pelotas!!! ¡Me levanto una hora antes para poder viajar mejor y resulta que no se puede viajar porque hay problemas sindicales, problemas renales, problemas con las formaciones, problemas con el campo, problemas solidarios. Problemas por no tener problemas! Si se les canta a los señores manejadores de Subtes, el Subte llega, llego a la oficina y escribo lo que están leyendo. Al primero que me diga ¡buenos días!, lo emboco.

lunes, 17 de marzo de 2008

Estuve

Estuvo mi sombra vencida en la suya.
La espera incompleta,
las velas prendidas, la risa sincera.
Estuvo mi perro jugando en sus manos;
el jazmín con sus ritos;
las despedidas desde el balcón;
mis horas negando relojes.
Estuvo la paciencia vestida de fiesta,
mi cama abierta a su piel,
nuestros cuerpos pariendo milagros.
Estuvo el abrazo, mi sueño en su hombro,
la música en sus ojos.
Estuvo la esquina, el empedrado, la sorpresa.
Estuvo más, siempre más negando razones.
Coleccionista de llaves.
Amor simulacro de Amor.
Ya no está ni mi perro ni el jazmín.
Ya no están ritos ni claves.
No estará lo que estuvo.
Ya no está el amor.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Jorge Guinzburg

Corría el año 1997. Un tres de marzo para ser exacta. La mañana amaneció con un nuevo programa radial. Se llamaba “El Ventilador” y pasó a ser EL programa de las mañanas. Lo conducían Adolfo Castelo, Carlos Ulanovsky y Jorge Guinzburg; Gabriela Rádiche era la locutora. Fue un programa extraño porque allí lo importante eran los mensajes que enviaban los oyentes. Ellos tiraban una consigna y la revolución (sin banderas) comenzaba. De alguna manera se adelantaron a esto que ahora hacemos en los Blogs. Dejar mensajes, botellas tiradas al mar y que otro las reciba en su casa para reír, para compartir opiniones, para abrazar al que lo necesita, para mandarlo al carajo también. Mensajes. Letras. Afecto.

Jorge Guinzburg fue el primero que leyó al aire algo que yo había escrito. Recuerdo que estaba sentada en la oficina y cuando escucho que Guibu leía mis palabras no lo podía creer. Menos pude creer cuando al terminar me llenó de elogios por lo bien que escribía. A partir de ése momento dejé de ser una oyente anónima y me vestí como Silvia (La Purificadora) que purificaba tanto como un petrolero encallado. Formé parte de los oyentes VIP del programa. Filmamos un video, publicamos un libro. Nos reuníamos a cenar, a despedir el año. En 1998, Guibu decidió no seguir y “El Ventilador” quedó en la historia radial y la nuestra personal.

Hoy me dicen que Guibu murió. Afección pulmonar que lo mantuvo parcialmente alejado de la televisión el año pasado. Murió Jorge Guinzburg y es un machetazo al humor. Un garrote sobre mis recuerdos. Una tristeza que comparto con Uds.

Ojalá que con Carlos Abrevaya y Adolfo Castelo preparen un nuevo programa estén donde estén. Que la risa perdure más allá de lápidas y coronas. Que la risa perdure.

No te voy a olvidar queridísimo Guibu. No te van a olvidar genial petiso calentón.

lunes, 10 de marzo de 2008

Sobre avisos y aburrimiento

Escribir otra cosa. Otro tema. ¿Cuál es el tema? Temo que el tema no exista después de hoy. ¿Temo? No. No temo, pasa que temo con tema me sedujo. Me dejo seducir por tan poco a veces. Hay un tema que por ser monotemático me aburrió. Cuando la palabra aburrimiento se instala en mi, no hay caso, me aburro. Me aburre todo lo relacionado al monotema. Aburrida no soy buena. En realidad ni siendo buena soy buena. Ya no. Ni disfrazados de mortaja harán que regrese la buena. La mandé de vacaciones a Plutón. Hay algo que me revienta, el que no crean cuando aviso. Yo avisé que otra iba a ocupar mi lugar. Acá está. Aburrida, sí. Buena, jamás. Puede que alguna vez extrañe a la buena. Los buenos nunca mueren dice un amigo. Las buenas, tampoco. Se van, eso sí. Se van lejos. Tan lejos que no hay regreso ni imposible ni posible. Posiblemente imposible. Otra seducción barata. Estoy de remate. Saldos. Sal dos. Dos, uno, fuego. Disparo palabras y alguna que otra traición. Disparo. En días como éstos no me dan los pies para correr.

jueves, 6 de marzo de 2008

Herida abierta.

No sé exorcizar esta forma de dolor. Si las palabras ayudaran, diría: tengo miedo.
Vivo por aburrimiento, respiro por venganza, el fracaso es mi aliado.
He sido derrotada tantas veces que aprendí a vivir con nuevos comienzos, no con finales pero esta pena me encuentra más vieja y cansada. El camino quedó sin señales y yo sin ganas de seguir.

SFW
13/04/99



Mirá vos, esto lo escribí el 13 de abril de 1999 y no puedo recordar exactamente el porque de tanto dolor. Quizá algo recuerde pero me muerdo el labio mientras revoleo los ojos para mirar el cielorraso de la oficina y preguntarle: ¿es ése?
El cielorraso, por esas cosas de no empastillarme ni fumar marihuana en horarios de trabajo, no responde. Entonces me quedo con esta sensación de no saber muy bien porque sufrí aquellos años; vuelvo a mirar la fecha y compruebo que mi vieja cumplía años ése día.
Mi vieja ya no está.
Ahora mis palabras tienen otro sentido, un verdadero dolor. No deberé acostumbrarme a él porque no sucederá una segunda vez. La muerte de mi madre no se repetirá, con lo cual la herida bien puede quedar abierta.

lunes, 3 de marzo de 2008

Sombras de alguna

Abandono los todavías en un cajón del escritorio. Los encierro bajo candado y tiro la clave por la ventana. No la vas a encontrar. No pensaré en recordarla. Bajo las persianas, ya no edificaré soles en cuartos vacíos.
Me visto de gris para borrar mis huellas de todos los adoquines que pisé cuando los colores me acompañaban; cuando estaba con vida la posibilidad y alguna esperanza me deseaba buenos días al salir de casa.
Clausuro la risa con un incendio de lágrimas. Quien me mire descubrirá sombras de alguna que alguna vez creyó encontrarte. Pensé que sin vos no iba a poder seguir pero sigo y lo real me parece tan estúpido como lo imposible.