lunes, 31 de octubre de 2005

Pido gancho.

Requiero la presencia de la piba que fui.
La dejé sentada en el cordón de la vereda, en un barrio de San Martín, esperando su turno para jugar a la rayuela y llegar al cielo.
Reclamo la tierra de mi niñez, la vieja parra, los zoquetes caídos.
Pido por aquellos barriletes que remontamos juntas.
Busco el olor a pinturitas y chicle del colegio.
Ansío el tiempo en que fui inmortal.

miércoles, 26 de octubre de 2005

ADULTOS

Uniformada de apretones, ¿Dónde los sigo?.
Tan ausentes, tan distantes, ¿Dónde vamos?
Incapaces de responder una sonrisa. Resignando asombros; ignorando miradas, capaces de no distinguir nuestro reflejo.
Vamos corriendo por calles, nos zambullimos dentro de las bocas del subte para empujar, para ocupar un asiento, para llegar.
Sin vernos, sin oírnos. Contando los minutos, restando posibilidades.
Absolutamente ciegos. Decididamente sordos. Patéticamente adultos.

lunes, 24 de octubre de 2005

CATARSIS o PURIFICACIÓN DE LOS SENTIMIENTOS

Podrida. Enteramente PODRIDA.

El hedor me sale por los ojos, por las orejas, por el coxis.

Podrida de los ex y de los pro.

Podrida de respuestas que reventaron dentro, formando carroña que invade mis venas, mi bilis, mi lengua de mejormecallo y mañanaselodigo.

De justificar. De vivir justificando actitudes ajenas.

Plenamente podrida de las caras de bacalao, de las de perro en celo.

Podrida de horarios y horóscopos; de hisopos y lipotimia.

TAN PODRIDA pero, TAN PODRIDA de los colectivos; los colegiados; los coleccionistas de votos vetados por la inteligencia.

Podrida de los espejos, los espejismos; las esperanzas y las esperas. De las manzanas, de las veredas rotas; de los retos y los rezos.

De los "duros" con cerebro de durazno y neuronas de carozo.

Podrida de los que me pisan, de los que me pasan; de los que me pesan con esa pesadez de no ser más que mercurio con arterias.

Podrida de las prohibiciones, las discriminaciones; las contabilidades contabilizadas para los unos. De ministros mimetizados en mímicas minadas para los otros.

Si la putrefacción le quita el sueño. lo invito a expandir aromas, descomposturas, blasfemias y escupir a los perfumados de soberbia, de opulencia, de oportunismo.

Escupirlos. Derribarlos a escupitajos. Inmovilizarlos con baba pestífera. Ahogarlos en su única reforma: LA PESTILENCIA.

martes, 18 de octubre de 2005

Los miedos.


Es tan fácil ser y no ser al mismo tiempo.

Tan fácil como quedar bailando sola. Como apagar la luz. Como el inicio, como el final.
Mientras tanto, vivo.
Intento patear miedos y, cuando lo consigo, viene la inexorable pregunta: ¿Para qué?
Si los miedos invierten el disfraz y atacan con otra cara, con otra voz.

Los miedos y nosotros, los miedosos de siempre.

jueves, 13 de octubre de 2005

INVENTAR

Inventar que invento tiempo sin preguntas ni antecedentes que se anteponen, ante todo, a nosotros mismos.

Inventar que invento un viento que limpie recuerdos regastados que ya ni para recuerdos sirven.

Inventar que invento un “Final Feliz” para los repetidos sobornos de cada día, disfrazados de sueldo que suelda mi suerte echada al archivo.

Inventar que invento otra forma de ver donde no necesite abrir los ojos.

Inventar que invento el amor perdido para ya no perder al amor.

Inventar que invento ganas, tan solo, de tener ganas de seguir inventando.

martes, 11 de octubre de 2005

A veces

A veces escribo.
A veces estos signos que permiten formar palabras son mis compañeros. Lo saben todo de mí, desconozco bastante de ellos pero, para empezar, debiera alcanzar.
Sí. Tengo Blog ¿Y qué?
Vamos a ver que sale. Cuento con Uds. mis queridos tronados y, con el martillo bolita por si entra algún esquenún.
Aviso: Si la casa les gusta, es mérito de PatoMusa que logró convencerme para iniciar esta aventura y me dio una mano para que se sientan cómodos en este lugar. Ginger también me dio un empujón, casi me reviento contra el piso por el impulso, pero no: soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie y acá estoy, dándole la razón a una señora novelista, austríaca para más datos. Es una pena que nunca estuviera entre nosotros, nació en 1830 y falleció en 1916, porque me hubiera gustado ser su amiga. Se llamó Marie Von Ebner Eschenbach y supo decir: "Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo."
La mayoría sabe que no tengo problema con que el tiempo pase, lo que me revienta es que me arrugue, entonces cuando leí a Marie me dije: ¡Quiero mi Blog!.
No es que no me importe más El Refugio, es que el tiempo pasa y, a veces, me quedé con ganas de decir cosas por no tener un lugar sólo para mí. Esperar me desespera.
Ahora tengo mi lugar, veremos qué hago.
¿Me acompañan???