viernes, 26 de diciembre de 2008

2009

Ya viene el 2009, y no se crean que la cosa va a venir fácil. No es pedir y salir a buscar ramitas para el asado, ni esquineros abandonados en la puerta de vaya uno a saber quien. No. Los fuegos que debemos preparar tendrán la chispa en nuestro interior y, si andamos con las chispas apapuchadas, y bueno, habrá que ponerlas al sol para que se sequen y prendan con una fuerza que reíte de Chamizo.

Algunos amenazan con un año que no será de los mejores. Que la crisis mundial, que la caída, que la recesión, que los afanos y los afanes. Que sí pero que no. Que vamos pero volvemos. Que hay que dar un paso delante pero nos empujan al precipicio. Que podemos volar si lo deseamos, que nos vamos a estrellar pero sin fracturarnos ni el peroné.

Ya tengo la nueva agenda con sus días ordenados, con algunas fechas resaltadas porque quiero resaltar a los que quiero cuando ellos decidieron nacer, algunas muertes también las resalto porque se fueron pero están conmigo y, aunque no tenga sus voces todavía me acompañan sus miradas. Porque cuatro ojos ven más que dos, y ocho ven más allá cuando ando por acá.

Y nada más. A vivir, a salir a ganarnos el mango. A no joder a nadie ni permitir que nos jodan a nosotros. A despedir lo que se va dándole la bienvenida a lo que viene. A reírnos con amigos, al abrazo sincero, a olvidar ofensas y a no poner la otra mejilla.

2009, allá vamos. Cuidado con nosotros, sabemos lo que queremos y, lo que no queremos, también.

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lunes, 22 de diciembre de 2008

Navidad

Llegó. Por más que mire para otro lado y me haga la desentendida, ella llega siempre o le hacen llegar, que no es lo mismo pero es igual.

Llegó. Me sumo a los abrazos y buenos deseos.

Llegó la Navidad y esta vuelta les regalo una frase que me regalaron hace tiempo:


“Recuerda que todo el mundo desea tu bien...
no dejes que te lo quiten”


Gracias por estar. Los quiero, cuidennnsennn!!!

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jueves, 18 de diciembre de 2008

Una certeza en el 2008

Una de mis certezas es afirmar que el tango nos espera. Allá por 1945 Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores se juntaron para que naciera “Sin palabras” que me encontró en el 2008. Seguro que lo escuché muchas veces antes, pero fue en este año que lo sentí mío. Por eso, antes que cambie el número en el almanaque lo quiero dejar en mi blog. Además aprovecho para presentarles a Inés Cuello.


Nació de ti...
buscando una canción que nos uniera,
y hoy sé que es cruel brutal -quizá-
el castigo que te doy.
Sin palabras
esta música va a herirte,
dondequiera que la escuche tu traición...
La noche más absurda, el día más triste.
Cuando estés riendo, o cuando llore tu ilusión.

Perdóname si es Dios,
quien quiso castigarte al fin...
Si hay llantos que pueden perseguir así,
si estas notas que nacieron por tu amor,
al final son un cilicio que abre heridas de una historia...
¡Son suplicios, son memorias...
fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez,
que oigas esta canción!...

Nació de ti...
mintiendo entre esperanzas un destino,
y hoy sé que es cruel, brutal -quizá-
el castigo que te doy...
Sin decirlo esta canción dirá tu nombre,
sin decirlo con tu nombre estaré yo.
Los ojos casi ciegos de mi asombro,
junto al asombro de perderte y no morir.




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viernes, 12 de diciembre de 2008

¿Voy mejorando???

Ahora que las espero, no vienen. Ayer me invadieron y no pude escribirlas. Me siento, miro la pantalla con la infeliz ilusión de verlas regresar. No vienen. Mis palabras tienen eso: no respetan horarios, no es extraño que no sean puntuales, que me dejen plantada. Claro que tampoco respetan mis deseos: cuando una parte de mí acepta y casi perdona errores y metidas de pata del pasado, la otra insiste en sacar la cascarita de las heridas y volver a enojarse enfurecida por el dolor que ella misma se provoca. Es fácil tirar la culpa a las hormonas y, como es fácil, lo hago. Pero reconozco que voy mejorando, antes las culpas siempre caían fuera. Supe afirmar (sin que se mueva un músculo en mi cara) estar justamente indignada mientras los otros se enojaban o hacían una montaña de un grano de arena. Si me equivocaba (raro en mí) era de buena fe mientras que los otros tergiversaban los hechos porque eran unos malditos mentirosos. Mientras yo sostenía ser firme, los otros eran una manga de obstinados cabezas duras.
Ahora las culpables son las hormonas, las mías, aclaro.
La de cosas que una puede escribir esperando que se hagan presentes mis palabras atorrantas que deben estar en alguna milonga o importunando a otra mientras no puede escribir lo que le dictan. Visto y considerando que no aparecen me voy a dar una vuelta por el barrio, quizá las encuentre en el viejo patio, tomando mate bajo la parra de mi niñez.

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viernes, 5 de diciembre de 2008

Hacés bien...

Ando con ganas de inventarte de nuevo; van para dos años que te tengo arrumbado en un rincón. No necesité mandarte a la mierda, te guardaste vos solito.
Hacés bien en asomarte ahora que subo la persiana; ando con ganas de una charla piola, sostener una mirada, escuchar algún secreto, confiar como sabemos. Volver a sorprender a los relojes; descubrir otras esquinas. Compartir la luna en mi ventana. Tirar los miedos a la basura y escucharte sin censuras.
Ando con ganas de tener ganas. Hacés bien en aparecer, andaba necesitando algo de vos. Mirame mirarte mientras guardo tu asombro en mis palabras y juego con el nombre que me nombra desde el mar.


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