martes, 28 de febrero de 2006

AMOR POSIBLE

Esta noche lo siente caminar por su alma. Regresa desde aquel tiempo donde todo parecía casual, donde los días engañaban a los relojes. De alguna manera siguen comunicados, puede así contarle que en el micro es la única pasajera despierta, sus hijos duermen en el asiento trasero. La luna ilumina su ventanilla. Los viajes largos los prefiere de madrugada porque puede acariciar recuerdos.
La última vez que hizo este camino fue con él. Hace tres años.
Lo recuerda y piensa en el otro, el que espera en la estación.
Piensa que los amores posibles lo son después de haber dado a cambio un amor imposible.
¿Será la luna que acerca su recuerdo? “Tus ojos color luna, así me gustan, así”, le decía.
No volvió a saber de su vida. No quiere saber.
Es el precio que paga.
Sabe que existe. Sabe que su cuerpo es la mitad exacta del suyo. Que su piel, su olor, su aliento al fundirse en ella generaban el perfume salvaje de los que se pertenecen desde siempre.
Regresa y un amor, otro amor, aguarda.
Regresa, (es como si él también regresara mirando la luna, arrullando a su hijo dormido, con un amor posible en su costado).
Mira las estrellas. Hace tres años una cruzó el cielo para recordarle que ése amor era eso, una estrella fugaz. Muerto desde antes pero, con tanta luz, tan lleno de fuerza que vivirá en cada uno como solamente viven los amores imposibles.
Acepta esta invasión serena de recuerdos. Se pertenecen. Son las distintas caras de una misma moneda que ya nunca, nunca más, cruzará el espejo.
Alguna vez les pasó algo y para seguir amándose era necesario perderse.
No conoce otra forma para reinventar el amor que amar a alguien posible, sin olvidar el surco que dejó en su vida aquella estrella fugaz, aquel amor imposible.

jueves, 23 de febrero de 2006

IMAGEN ROTA.

No se mira igual cuando se desarma una imagen.
No importa cuánta gratitud o cuánto amor utilice Ud. al crearla. Las imágenes suelen ser demolidas por golpes directos en el alma, por cambios en el tono de la voz, por dudas que se vuelven certezas y nos dejan los ojos cargados de nubes, listos para inundar ausencias.
No se habla igual cuando apagamos palabras.
Ya no vale no mentir si nos mienten. Ni empeñarnos en ser luz si nos cubrieron de sombras. Ya no vale escuchar si es oscura la voz que nos habla.
No se siente igual cuando nos empujan a edificar nostalgias.
Cuando ése beso puede ser el último y perdernos en otro cuerpo la despedida. Sospecho que terminar con los miedos no siempre libera si nos obligan a ser valientes.
No se camina igual en solitario.
Las calles dejan de conducirnos a lugares y nos llevan a trampas repetidas dónde lo que abunda es el error. Tampoco la noche es igual cuando la traición danza en otra cama, burlándose de nuestro insomnio y de lo que quisimos ser cuando intentamos ser más buenos, más nobles y, simplemente, confiar.

lunes, 20 de febrero de 2006

DUERMEN

Ellos duermen. El vagón se llena, faltan asientos para toda esta gente que sube con cara de lunes, con alma de lunes.
Estación Primera Junta, línea de subte que llega para volver a salir.
Ellos duermen. Ella descansa sobre el pecho de quien confía; él la abraza, la acaricia sin darse cuenta. Duermen lejos del tipo que lee, indiferente, el diario, del pibe que mira por la ventanilla un paredón para no mirarlos a ellos, de la señora que sube con bolsas y pisa al tipo y al pibe antes de sentarse.
Ellos duermen, ella no lleva bolsas, ella descansa sobre el pecho querido. No deben tener más de 17 años y duermen. Quizá en sus sueños sigan siendo ellos y corran por una playa de arena blanca y fina, por una playa que despiertos no encontrarán.
Duermen, nadie parece verlos. Ni la chica de anteojos que sigue leyendo el libro parada, ignorando empujones, ni la otra que juega con un celular, ni el pibe joven pero feo, que feo puede ser alguien feo cuando ni la edad puede salvarlo.
Pero ellos no son feos. Son pobres y duermen. Cansados del cansancio decidieron refugiarse en este vagón que viene y va, que llega para volver a salir. Protegidos del clima y la realidad.
Duermen y a nadie parece importarle, a nadie molestan mientras duermen.
Tal vez su sueño se cruzó con el mío, tal vez ahora finjo estar dormida para verlos salir del mar, correr sobre la arena. Los saludo con mi sombrero, se acercan para tomar una cerveza y reímos de toda esa pobre gente que viaja en subte, los lunes por la mañana, para cumplir esos patéticos horarios de oficina.

viernes, 17 de febrero de 2006

UN CACHO DE CULTURA.

Consejos para ser escritor.

Lo primero es conoser vien la hortografia.

Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que Ud. no caigan en aquellos errores.

Y nunca empiece por una conjunción.

Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido repetidamente.

Use; correctamente. Los signos: de, puntuación.

Trate de ser claro; no use hieráticos, herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las mejores ideas.

Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los gerundios.

Correcto para ser en la construcción, caer evite en trasposiciones.

Tome el toro por las astas y no caiga en lugares comunes.

Si Ud. parla y escribe en castellano, O.K.

¡Voto al chápiro!... creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas.

Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es.

¡Por amor del cielo!, no abuse de las exclamaciones.

Poné cuidado en las conjugaciones cuando escribáis.

No utilice nunca doble negación.

Es importante usar los apóstrofo's correctamente.

Procurar nunca los infinitivos separar demasiado.

Relea siempre lo escrito, y vea si palabras. Con respecto a frases fragmentadas.


Afanado de: http://www.elortiba.org/

lunes, 13 de febrero de 2006

QUEREMOS TANTO A JULIO

Corría el año 1994 y, en la revista “La Maga”, rendían un Homenaje a Julio Cortázar con una edición especial, le pedían a los lectores que describan una situación erótica en un idioma propio, mezclado con el español, tal como lo hizo Cortázar en gíglico en el capítulo 68 de Rayuela.
Entre 243 trabajos el mío resulto ganador y los Cuentos Completos de Julio Cortázar me acompañan desde entonces.
Aquí les dejo mi homenaje:

“Tus oluces con luz de luna, así me zutan, así...”
Ella se tredaba a esa dulba que recorría palmo a palmo su aparpo, tan de él, tan poco de ella. La digua dulce que lamía su temarca con elevaciones y curvas; la digua que desbaba hasta penerar en la marilulla húmeda que guardaba entre sus piernas.
El la mivera retorcerse y el goplazmo es uno solo. Desdir más. Desdir nunca. Ella explaba y todo era luz violeta y fiema.
Ella, tan ella ahora, inolaba el otro aparpo y él ya no era él. Se babadana a esa dulba tan suya, tan de ella; a esos sobomimos que borraban el pasado y el futuro. Esa dulba chulmaba la befaza que el trebaba. Los sadogemos eran uno. Rítmicos, únicos. Volgaban y eran ninguno y todos a la vez. El univiso hombre y la univisa mujer eniba la tierra.
Sus gritos, él pretando y satiendo; ella aniciendo, aniciendo... empapando el universo, baluando goplazmo, iluminando con sus oluces color luna lo imposible, el después.

miércoles, 8 de febrero de 2006

GORRIONES MUERTOS

Desde las tardes calurosas
donde el premio era una sonrisa.
Desde el viejo árbol que tallaste
uniendo dos corazones.
Desde aquellos gorriones
muertos en la infancia.
Desde ése tiempo sin tiempo
que regresa en tu cabeza,
hay una sombra que cubre
lo que jamás será.
Una voz te guía.
Atesora palabras,
para inventar nuevos silencios.

lunes, 6 de febrero de 2006

¿AMOR?

Lo que sigue no es algo que esté padeciendo.
Lo que sigue, son palabras que nacieron después de escuchar a una querida amiga contar su pena.
Lo que sigue sé, no sirve para calmar tristezas, pero tal vez sirva para alejarse un poco del dolor. Mirarlo de arriba, desde el lugar más alejado de ella misma y borrarlo sin advertencia, sin ninguna explicación.



Amores nada serios andan confundidos con los serios.
Amores de madrugada fabricando engaños.
Amores doctorados en excusas, archivan corduras y fichan soledades.
Amores sin mañana andan aterrados, anhelando ser algo más que ausencia.
Amores traicioneros disfrazados de amores buenos, exigen perdones después de asesinar corazones.
Amores sin nombre, amores que matan, amores sin gloria.
Amor lamentable, amor infame, no vuelvas a llamarme amor.

miércoles, 1 de febrero de 2006

LEJANÍAS

Buscame en los pasillos mal pintados de tu memoria.
En el cajón equivocado de los sueños.
En los arrabales del alma.
Buscame en la sed, el delirio, el insomnio.
En la tristeza compañera y la esperanza que ríe.
En tus canciones pero también en el rock y los tangos.
Buscame en lo profundo, en lo esquivo.
Avisame si me encontrás.
Hace tanto me alejé que ya no sé quien es la que escribe.
No sé quien es la que vive.


Julio/997