miércoles, 8 de febrero de 2006

GORRIONES MUERTOS

Desde las tardes calurosas
donde el premio era una sonrisa.
Desde el viejo árbol que tallaste
uniendo dos corazones.
Desde aquellos gorriones
muertos en la infancia.
Desde ése tiempo sin tiempo
que regresa en tu cabeza,
hay una sombra que cubre
lo que jamás será.
Una voz te guía.
Atesora palabras,
para inventar nuevos silencios.

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