jueves, 6 de noviembre de 2008

Lágrima y rimmel

Una lágrima no quiso rodar. Se quedó enredada en mis pestañas. Tuve que cerrar los ojos para que no ardiera. Tuve que arrancarla con el pañuelo, fingir otro desconsuelo.

Lágrima que nace al escuchar una canción donde no debemos; lágrima temerosa de nosotros mismos que decide no morir en nuestra boca y logra que me nazcan unas ganas irrefrenables que hacerle juicio a “Clinique” por el rimmel que me vendieron. ¿Desde cuándo a prueba de agua no es a prueba de lágrimas???

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