Las casualidades se mudaron sin mes de preaviso. Colgaron un cartelito y se fueron lo más campantes sin dejar domicilio conocido. Ellas me entregaron aquello que no se me hubiera ocurrido pedir. Sin embargo, alguien me dijo en alguna de las vidas que supe tener, que si de verdad necesito algo lo voy a encontrar y no será la casualidad quien cumpla mi deseo sino yo misma. Será mi necesidad quien me guíe hacia aquello que preciso. Me sonó (me suena) a receta de libro de autoayuda. Igual, voy a escribir una lista con mis necesidades, por ahí que las casualidades me abandonaran es lo que necesitaba, casualmente, para encontrar aquellas cosas con movimiento que (todavía) me esperan.
Los dejo con Juan Carlos Baglietto en su versión de “Las cosas tienen movimiento”. Ya saben, soy así, no me fijo en gastos. (Sí, aprendí a colgar videos)
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