lunes, 3 de marzo de 2008

Sombras de alguna

Abandono los todavías en un cajón del escritorio. Los encierro bajo candado y tiro la clave por la ventana. No la vas a encontrar. No pensaré en recordarla. Bajo las persianas, ya no edificaré soles en cuartos vacíos.
Me visto de gris para borrar mis huellas de todos los adoquines que pisé cuando los colores me acompañaban; cuando estaba con vida la posibilidad y alguna esperanza me deseaba buenos días al salir de casa.
Clausuro la risa con un incendio de lágrimas. Quien me mire descubrirá sombras de alguna que alguna vez creyó encontrarte. Pensé que sin vos no iba a poder seguir pero sigo y lo real me parece tan estúpido como lo imposible.

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