jueves, 18 de junio de 2009

Viejo exorcismo


Desde hace un tiempo una voz (mi voz) dentro de mi cabeza repite “estoy tan triste”. Aparece sin motivo, como suelen aparecer las cosas que nos marcan para bien o para mal. No encuentro la forma, el juego, el truco para que desaparezca. Por más que me enchufe al MP3, la muy prepotente, resiste. Buscar el motivo de esas tres palabras resultaría válido si no supiera que cosa las convoca pero lo sé y, una vez más saber la razón no modifica aquello que nos perturba o incomoda. Así que recurro a mi viejo exorcismo: escribir lo que siento para que, una vez escrito, deje de ser algo que solo sucede en mi interior. Quizá resulte mucho más fácil de silenciar si esta tristeza se vuelve ajena y la contemplo desde lejos. Desde la más distante desconocida que me habita.


SFW

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