domingo, 5 de julio de 2020

¿Hasta cuándo la mentira?




Día 105. Julio 5 del año de la recalcada concha de CK.

Si alguna vez puede contar mi tristeza o mis alegrías utilizando el alfabeto me pregunto por qué no puedo hacerlo ahora. Debe ser porque las hormonas gobernaban no solo mi cuerpo, también mi compresión e intelecto. Hoy que las hormonas me dejaron puedo decir: la mayoría de lo que leo es tan falto de valor, tan simple y patético que me aferro al silencio. Comprendo que les haga bien vomitar sus pobres vidas en espacios gratuitos. Sospecho que se sienten bien. Alguna vez consumí ese placebo pero, leer a gente grande que escribe como si tuviera 24 años, contando sus sentimientos, sus “sentires”. ¡Qué cosa triste se volvió la escritura! El don de escribir. Antes supo ser un DON; no cualquiera escribía. Ahora con esta cosa de haber menos analfabetos cualquiera se bautiza “escritor”. Cualquier bruto, escribe y cuentan de sus olvidables vidas. Sus desayunos y la comparación del café con el gorrión que se “posa” en su ventana y no sé qué asociación hacen del gorrión con el café seguramente patética. Está bien que escriban pero no lo publiquen. Está bien que lleven un diario íntimo. Pero dejen que lo lean sus familiares cuando ustedes estén muertos. No sé, algo de dignidad. Algo de autocrítica. Algo de decir: “No esto es una bosta, y si alguno me dice que es una genialidad o que “escribo lindo”, seguro ni leyó “Platero y yo”, entonces porque me debo sentir agradecida por sus comentarios?”.
Nunca me sentí bien entre los mortales de estos tiempos. Hoy me siento un poco más ajena, bastante más lejana.

P.D. ¡MALDITOS CHINOS!

2 comentarios:

Coru dijo...

Esta nota es una Duda en estado puro. Yo también extraño leer cosas con fundamento. A veces, buscando blogs, me encuentro con lugares y personas que harían muy bien en dejar la escritura y abrazar la porcelana fría.

Pero recién en un correo que le mandé a Chiru (porque después de encontrar tu blog busqué en mis contactos de gmail y la encontré) le decía que hoy la gente aplica el marketing a sus vidas subiendo fotos con filtro a Instagram y nunca va a subir una foto de la pared descascarada sino una junto a la biblioteca, previo haberla limpiado rápido con el plumero.

Este tiempo de "virus chino" (Trump dixit) es una buena época para volver a los blogs. Celebro tu regreso.

Aparición Urbana dijo...

No regresé.
Besos lejanos.