lunes, 3 de agosto de 2020

Eider Rodríguez.

P. ¿Le ha cambiado algo la pandemia, su manera de ver lo que nos rodea?

R. No tengo mucha perspectiva todavía, no puedo observar la pandemia como historia finita, estamos todavía dentro de ella, ni siquiera sabemos adónde nos va a llevar realmente. Sí me hace ver que la existencia humana, poniéndome casi camusiana, es una existencia terriblemente volátil, mucho más débil de lo que nunca hemos llegado a sentir. En ese sentido, la literatura como la entendemos ahora juega un papel curiosamente anacrónico e inútil, porque si algo tiene la literatura es que ahonda en el alma humana, y a estas alturas de la historia esto parece irrisoriamente pasajero. Por eso, quizá es ahora cuando menos tenemos para perder y más tenemos que arriesgar.