martes, 11 de septiembre de 2007

Que se cuiden...

La brisa y sus colores
besa bocas elegidas.
Un deseo lejano me denuncia.
El vacío de gente vacía
no puede alcanzarme.
Un piropo me acompaña
nueve pisos, en ascensor
Me encuentran unos ojos
al cruzar la puerta
entregar el libro es un detalle
que espera en el estante.

Esta noche
el llanto queda fuera.
Esta noche
mi risa puede más.
Esta noche
salgo a enamorarme.

Que se cuiden los demás.

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