jueves, 3 de mayo de 2007

Monotema.

Me pregunto qué sentido tiene esa búsqueda de palabras, de ternura. Si, en definitiva, lo único que no nos abandona es nuestra sombra.
No quiero hablar de amor pero, patéticamente, estoy hablando de amor.
Del amor perdido, si quieren.
Amor que no busqué, que creí un milagro.
Amor que se desvanece y me deja esta mezcla de rabia y dolor.
Me deja la evidencia del error; la culpa de no haber sido fiel a mis instintos.
Entonces, vuelven días repetidos.
Días de mirar con desconfianza, de no registrar voces, de pasar de largo y el mismo juego inútil: finjo interesarme en lo que no me importa. Me esfuerzo por naturaleza o por cansancio.
Sin involucrarme ando por la vida.
Lo que me seduce está en otro lado y ese otro lado no sé que es.

No hay comentarios.: