lunes, 20 de marzo de 2006

QUERIDA NINÍ

La quise desde siempre.
Antes que yo naciera, mis padres rieron con ella.
La quise desde siempre, nadie necesitó presentármela y poco me importaba que usara otros nombres y hasta cambiara su acento al hablar.
Encontrarme con ella significaba una maravillosa certeza: la risa.
Le he conocido varios trabajos: cocinera, criada, manicura, vendedora, bataclana, llegó a manejar una casa de huéspedes y hasta heredó a un millonario. Era metida, pero su corazón era inmenso y siempre, siempre sus intenciones eran buenas.
La quise desde siempre. Desde la primera vez que la vi por televisión, supe que esa mujer era inteligente. Después me enteré que escribía sus propios libretos y que sus primeros pasos fueron en la Radio. Valoré como supo captar la esencia de los argentinos en un tiempo de grandes quilombos sociales, tan grandes eran los quilombos que tuvo que autoexiliarse en México porque la censura le negaba trabajo por “deformar el idioma”, claro, atrofiar pensamientos no importaba.
Después vino el después pero, la primera vez que la vi y todas las veces sucesivas la risa fue la constante.
Se llamó Marina Esther Traverso, pero casi todos la conocimos con el nombre de Niní Marshall. Dicen que se fue un 18 de marzo, hace diez años; sospecho que solo tomó distancia.

Les dejo una muestra de su simpleza, de su genialidad:

Como un aporte a la coltura (porque “si usté tiene coltura, sabe que Chopin era un pianista que fabricaba valses de todas las medidas: N° 1, N° 2, N° 3, para cualquier largor de dedos”).

¿Sabe ande asistimo anoche? A un concierto -cuenta Catita o mejor dicho la señorita Catalina Pizzafrola-. Salió un melenudo y se puso a aporrear el piano, que yo pensaba: 'Dale nomá... ¡Cómo sevé que el piano no es tuyo! Si te agarra Jacobo Fisher...' Porque el piano tenía el monograma del dueño: Jacobo Fisher.

¿No me daría un utógrafo, diga? Yo que tanto lo amiro. ¡Ande ...sea bueno, déale!


Niní: donde quieras que estés recordá que te recuerdo de la mejor forma: con una sonrisa.

Besos sin distancia.

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