No acierto a tu sonrisa. La víctima muda el disfraz, algo sin nombre se acerca.
No me ha sido presentado tu cansancio, no tuve la delicadeza de conocer tu hastío, sin embargo, cómo buscás el mío; con que elocuencia fingís realidades para encerrar mentiras.
Sin embargo, parecés seguro. Todas las sospechas llevan mi nombre y debo pedir permiso a todas las que he sido para seguir.
Cuando hacés algo que me conmueve hasta dejarme parada en el medio de la calle, lamentando no saber bailar, para enseñarle al mundo mi alegría, cambiás al otro día, sin aviso ni pronóstico que pueda ampararme y te alejás en un absurdo.
Tengo miedo a estallar, a veces me siento como una bomba de tiempo, después vuelve tu mirada y todo parece estar en su lugar, pero no.
Algo sin nombre se acerca. Eso que conozco, que no sé ocultar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario