¿Cuándo comprenderás?
No te necesito.
Si algo tuvimos, fue porque creí.
Sin mí no hubieras sido ni recuerdo.
No importa que te lleves lo soñado.
Si vive en cada rincón de mi casa
Y tu sombra invade madrugadas.
Te dejo las palabras.
Las dejo en tu conciencia.
“No me lastimes” fue lo primero que pedí.
Ni eso cumpliste.
Seguí engañando, engañándote.
No supe amar como aman los perros.
Amor incondicional, pedís
Y ni siquiera conocí tus sábanas
Fui una imbécil.
Buscabas una víctima
y allí estaba,
tan sola, tan triste
¿Cómo no ibas a enamorarte?
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